REFLEXIONES

Me gusta muchas veces retirarme al campo, en la soledad o con la simple compañía de mi perra, y pensar un poco en la situación de todo lo que me rodea. A veces el silencio o la simple mirada de tu perro son los mejores consejeros que puede haber.
Llevo unos días dándole vueltas a la cabeza después de leer la ultima entrada que nos dejó Victoria antes de disfrutar de sus merecidas vacaciones, y por una parte estoy bastante de acuerdo con casi todo lo que pone, pero por otra... me ha dejado un poco descolocado.

Resulta que leyendo el post me encuentro con la palabra vegano. Joder, vegetariano la he escuchado millones de veces pero ¿vegano?. Perdonen mi falta de cultura, pero en un principio pensé que eran los habitantes de las Vegas, o el planeta de donde vienen Vegeta y Goku. Pero que va, gracias a Victoria se que vegano es aquel que no consume nada de origen animal. No jodas, y ahora que, a mi que me cuesta un trabajito enorme tragarme una verdura y que soy de los que me gusta un solomillo mas que al tonto un lápiz... Pues eso es lo que me traía de cabeza, si yo realmente amaba a los animales tanto como para poder ayudar a Victoria en algo. Y ese ha sido el motivo de mi "retiro espiritual" al campo de hoy con mi perra. La pobre lo que me tiene que aguantar...

Las dudas me empezaron a asaltar. Con la de veces que me he enfrentado a gente incluso de mi familia por defender a perros, gatos y demás pero resulta que ahora no soy ni vegetariano ni mucho menos vegano... ¿no puedo amar a los animales de la misma manera?. Y entonces llegué a la conclusión de que quizás lo que realmente no estoy es situado en uno de los extremos de la balanza, aunque quiero seguir permaneciendo en el centro de la misma, aunque esto no sirva de mucho, pero por lo menos soy honesto conmigo mismo y con los demás. Por este mismo motivo no se si realmente estoy ayudando a Victoria como creo que se merece al colaborar en su blog o realmente el hecho de no posicionarme en ese lado de la balanza le esta causando problemas. De hecho lo podremos comprobar por los comentarios que no llegarán aquí después de la publicación de esta entrada, o si acaso los que lleguen serán para yo no se que.

Cuando Victoria ha expuesto el caso de pollos, vacas y demás animales que viven en condiciones pésimas para el posterior consumo humano, he visto reflejado el tiempo que pasé durante la prestación social sustitutoria (soy objetor de conciencia) en un matadero local. Querida amiga Victoria, no hace falta irse a Grecia para ver a un carnicero en la puerta de un camión degollando corderos y que los pobres se fueran desangrando unos encimas de los otros. No hace falta irse a ningún sitio para ver a cerdos aturdidos por unos pinzamientos eléctricos que no los mataba al instante... no hace falta irse lejos Victoria, yo lo he visto al lado de mi casa.

Pero por otro lado también no dejo de reconocer que si me gusta el solomillo, es necesario que esto tenga que suceder... es solo ley de vida. Miro a mi alrededor y el mundo que veo es el que hay Victoria. Jamás vi a Bambi ni a Dumbo, veo a criaturas que se mueren de hambre Victoria, veo mares contaminados con los petrodolares de los políticos, veo guerras por cuestiones religiosas y ultimamente también he visto a cuatro hijos de puta haciendo volar a un burro por los aires en Rusia. Ojalá se les pudra los ojos y no puedan ver mas lo bonita que puede ser la vida sin tener que lanzar a un pobre burro solo para reírse un rato. Pero siempre llego a la conclusión de que este mundo ha sido, es y será siempre así. Y después de esta reflexión piensas ¿me sirve de algo respetar la opinión de los demás y luchar por transmitir sensaciones cuando al de enfrente le da exactamente igual lo que le digas, y solo va a lo suyo?. Pues sabes donde acabo de encontrar la respuesta Victoria... en los ojos de mi perra de aguas.

Pero no dejo de reconocer que un burro no esta en este mundo para volar. Pero un cerdo si está para que el hombre aproveche de el hasta los andares... y los corderos, y los pollos, y las vacas... hasta el toro bravo. Que por cierto es el único animal de todos estos que tiene el derecho de salvar su vida, y vosotros le estáis quitando ese derecho. Pero como ya te digo, cada uno allá con su conciencia. Mi intención no es convencer a nadie de nada, sino la de informar a todo aquel que quiera saber sobre algo que entiendo. No me pidáis que os informe sobre el camarón azul de las galápagos porque no soy antropólogo. Soy taurino. Pero todavía no he visto a nadie que se quiera interesar por nada de esto. Por eso amiga Victoria, no creo que te pueda ayudar en mucho. Mi amor por los animales es igual que el tuyo, pero con mucha menos dedicación que tu desgraciadamente. Pero que se le va a hacer... me gustan los solomillos.

En fin, os dejo que Kenia me esta mirando con unas ganas tremendas de entrar en el coche con el aire acondicionado y el portátil se me esta quedando sin batería aquí en el campo. Además, Kenia acaba de dar con un panal de avispas que por cierto he tenido que matarlas a todas porque nos iban a picar... lo siento de verdad por las pobres avispas, pero no jodas, mi perra y yo valemos mas que todas ellas.

Ahora ya se que son los veganos, una opción tan valida como la mía o la del vegetariano (solo fletaría mas). Pero al fin y al cabo, la soledad del campo me acaba de volver a llevar a la conclusión de que vivo en el mundo que vivo y que ni yo tengo culpa de haber nacido humano, ni mi perra tenia la culpa por haber matado un panel de avispas, ni el pobre burro tenia la culpa de volar en un paracaídas, ni los toros tienen la culpa de que a mi me guste el solomillo.

Un saludo.