“El Negro” arriesgó su propia vida para poner a salvo la de su amo Heriberto, un niño de 11 años de edad, que estuvo a punto de caer al agua y al lodo que intempestivamente ingresó a su habitación, durante la tromba que el 30 de octubre azotó a Ecatepec.Como cada tarde, el perro criollo se encontraba recostado bajo la cama de Heriberto, acompañándolo, siempre atento, y al mismo tiempo a la defensiva, como siempre se mantenía para cuidar la vivienda ubicada en el número 1 de la calle Bocabarranca, en la colonia Carlos Hank González, donde se desbordó el cauce de la barranca aledaña al domicilio.
Heriberto, o Beto, como lo llaman sus familiares y amigos, recuerda que el día de la contingencia el agua se metió a su cuarto techado con láminas de asbesto.
“Yo estaba arriba de mi cama, en la otra (cama) estaba mi mamá con mi hermanito y mis dos primos; se metió tanta agua que los muebles flotaban como lanchas; me dio mucho miedo, pero mi perrito se subió conmigo, me acompañó y me ayudó”, explica el pequeño.
Esa tarde la tormenta se prolongó por más de tres horas; la corriente proveniente de la parte alta de la Sierra de Guadalupe, hizo que, como en otros puntos, se desbordara el cauce de la barranca de San Andrés.
Con lágrimas en los ojos, Beto recuerda cómo su querido “Negro” lo acompañó en todo momento y, dice, lo salvó de la muerte, pues como un verdadero rescatista evitó que su cama se volteara.”Tuve tanto miedo, pensé que me iba a morir; no nos caímos al agua porque mi perrito, cada vez que la cama se iba de lado, se movía para que eso no pasara; así le hizo hasta que un amigo de mi mamá nos vino a sacar por un hoyo en el techo”, recuerda el menor.
María Espinoza, madre de Heriberto y testigo del acontecimiento, reiteró que la mascota, hizo lo posible por mantener el equilibrio del mueble, que estuvo a punto de virar y dejar al pequeño sumergido entre el agua y el lodo acumulado.”El Negro” es recordado por la familia como un perro bravo y agresivo, que a lo largo de sus seis años de vida, mordió a por lo menos cinco personas, sin embargo después de la defensa a su amo, ya no volvió a ser el mismo.
“Llegó solito a esta casa, todo flaco, pero mi hijo lo cuidó y se lo quedó, por eso lo quería tanto. Ese día yo vi cómo hizo malabares para salvar a mi niño. Después de que nos sacaron no supimos de él, hasta que bajó el nivel del agua lo vimos mojado y sin fuerza arriba del colchón que quedó tirado en el cuarto”, relata la mujer.
Después de ese 30 de octubre, “El Negro” dejó de ladrar, su mirada se tornó triste, según la familia. Tres días después fue revisado por veterinarios del Centro de Control Canino de Ecatepec, quienes le diagnosticaron neumonía.
El “perro héroe” finalmente murió el jueves pasado a las 21:00 horas, por deficiencia respiratoria.Esta hazaña es reconocida por la familia, que en compañía de vecinos, también afectados por la tromba, agradecieron ese mismo día con rezos a la imagen del Señor de la Misericordia, llevada desde la iglesia de Fátima a la casa de Heriberto, para agradecerle el milagro de encontrarse todos con vida.