A partir de hoy, las autoridades de la ciudad de Neuquén, ubicada en la Patagonia Argentina, pondrán en marcha una vergonzosa matanza de 100.000 perros en los próximos 5 años. La iniciativa, ideada por el legislador municipal Francisco Baggio, rebautizado por algunos medios periodísticos como Adolf Baggio, pretende controlar un brote de leptospirosis humana ocurrido hace un par de meses.
Enfrentados a su propia ineptitud y desinterés, el gobierno municipal neuquino prefiere el camino fácil del masivo sacrificio de los inocentes animales antes que controlar racional y humanamente el problema. Baggio, con cierto cinismo, declaró que “no es sospechoso que ningún concejal haya abierto la boca, será que le tienen miedo de enfrentarse a las asociaciones protectoras de animales”. Un alma sensible, un poeta de la vida que ocupa un importante cargo en Neuquén, el mencionado señor Baggio.
Según cifras oficiales, en 2000, en Neuquén vivían 35.000 perros sin dueños. Hasta 2002, cuando se dictó una ordenanza, se permitía el método del sacrificio canino como manera de control poblacional. Sólo 4 años después de promulgada la ley comunal, la cifra se perros se duplicó. Nadie, ninguna autoridad, se ocupó en llevar a cabo las medidas complementarias que requería la emergencia. A ningún personaje del sector gubernamental, se le ocurrió un plan de esterilización y vacunación. Ahora, prefieren cortar por lo sano: matar. Así de rápido, así de efectivo, así de criminal.
La matanza que está a punto de iniciarse está amparada por una ley municipal de 2008 que introdujo la desopilante figura de “los perros mordedores”, dejando a salvo a los que los “genios legislativos” habrán denominado, supongo, “perros no mordedores”. A partir de hoy se comenzarán a sacrificar los primeros 220 animales, aunque el secretario de Servicios Urbanos de la ciudad, Julián Villar, dijo que “están muy enfermos, dañados o son peligrosos y que aún no los hemos retirado, pero se trata de animales cuyos dueños dijeron que no los querían”. Un amigo mío que no quiere mucho a su suegra: ¿tendrá alguna oportunidad para que el gobierno municipal de Neuquén haga algo “para que parezca un accidente”?
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NO a la matanza de perros en Neuquén
Thousands of dogs are ares killed in Neuquen
Prevent the Killing of Strays in Neuquén
Como era de esperarse, asociaciones proteccionistas realizaron ayer movilizaciones en toda la Argentina, reclamando la suspensión de la matanza. El principal argumento de las asociaciones es contundente: este tipo de acciones nunca han tenido resultados porque el reservorio de la leptospirosis son los roedores y no los perros, de acuerdo a estudios realizados por expertos médicos de universidades argentinas e internacionales.
Durante la movilización realizada este domingo en Neuquén, Bibiana Morán, vocera de la Asociación Los Amigos del Perro (ALAP), denunció que “hay que castigar a quienes hicieron que llegáramos a este punto porque boicotearon sistemáticamente una ordenanza durante ocho años al no esterilizarse ni el 10 por ciento, porque dan cinco turnos por día” y agregó que si matan a los perros, inicialmente bajará la población canina hasta la próxima parición pero también aumentarán las ratas y por lo tanto se darán más casos de leptospirosis.
Como conclusión de esta triste noticia prefiero reflejar la reflexión de Norma Ríos, de ALAP: “Las matanzas de animales cada vez son más abandonadas en el país y en el mundo. Neuquén había avanzado en este punto y esto es un retroceso enorme y pone en boca de todos a nuestra ciudad convirtiéndose en una vergüenza para todos los neuquinos”.
"UNA VICTORIA MÁS"GRACIAS A TOD@S VOSOTR@S...GRACIAS AMIG@S...
Gracias a la gente que hizo oir sus voces en las calles argentinas, y sus palabras en los blogs y las redes sociales, las autoridades de Neuquén tuvieron que abandonar sus cómodas posiciones y dedicarse a trabajar en serio. La ciudad patagónica de Neuquén, Argentina, decidió suspender la matanza de perros “acusados” de propagar un brote de leptospirosis.
Ahora, y sólo recién ahora, en medio del escándalo, el Director de Zoonosis de la ciudad, Gustavo Bossio, declaró que “en función de lo que recomendó Salud de Provincia tras un hecho puntual como es la leptospirosis, se trabaja desde el municipio para saber si estos perros están enfermos y luego se determinará si hay que sacrificar perros o no, pero vamos a agotar las instancias antes de llegar a ese punto”. Ninguna autoridad explicó todavía cuál era la función de este director; a qué se dedicaba hasta hoy; cual era su criterio para reaccionar, luego de una recomendación de un organismo provincial y después de las protestas. Sin dudas que el motivo de la actitud del funcionario no es la carencia de iniciativa, porque ya había tomado la desición de matar a miles de perros, sino que se trata de falta de sensibilidad, imaginación y dedicación.Como si se empeñara en hacer un esfuerzo como para quedar más expuesto a las críticas, Bossio (supongo que sin sonrojarse) dijo que “este fue, es y seguirá siendo un municipio no eutanásico”. Sin apelar a sus sentimientos, pero sí a su inteligencia, me pregunto si alguna vez el señor Director de Zoonosis de Neuquén tendrá la posibilidad de asesorarse con los especialistas para así entender, por una vez y para siempre, la diferencia entre “eutanasia” y “criminal matanza”.
Sin embargo, la gente tendrá que estar atenta a las próximas acciones del gobierno de la ciudad de Neuquén, ya que la máxima autoridad del lugar, el intendente Martín Farizano, declaró que si bien se están agotando todas las instancias para no llegar al sacrificio de los animales, la prioriedad es evitar la propagación de la leptospirosis. Sin embargo, más allá de las decisiones gubernamentales, es interesante destacar las declaraciones del presidente del Consejo Profesional de Médicos Veterinarios (CPMV), Agustín Nápoli, quien dijo que “lo de Neuquén es un problema cultural” y, dirigiéndose, evidentemente, a quienes tienen la obligación de gobernar, destacó que “debió promoverse una tenencia responsable de los animales, es decir, que cuando no se desea una reproducción lógica del animal se recurra a la castración”
Esta insólita iniciativa de las autoridades comunales tuvo importantes repercusiones en gran parte de la población argentina, hasta el punto de que el Gobierno Nacional, a través de una carta del jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, expresó su “estupor, desagrado y asombro”. Fernández es concluyente cuando expresa que “podrá hablarse de la salud pública y mencionar aviesamente un brote de DOS casos de leptospirosis en la meseta neuquina, pero todos sabemos que es esencialmente una enfermedad hídrica sustancialmente transmitida por las ratas. Jamás los perros fueron el eje del circuito epidemiológico de esta enfermedad”.
1 comentario:
Esto es vergonzoso Victoria ¿como se puede ser tan cruel?
tienen que buscar otra solución, si hacen esto se convertiran en monstruos sin sentimientos, no se le puede quitar la vida de esta forma a animales inocentes que el único delito que han cometido es nacer y esto no es ningún delito pues a la vida todos tenemos derecho, un abrazo
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